Sin Contaminación Por Plásticos
«Si no puedes reusarlo, rehúsalo» y «Limpiemos nuestros océanos» son los lemas elegidos para el Día Mundial del Medio Ambiente y el Día Mundial de los Océanos que se celebran esta semana. Este año ambas iniciativas aúnan fuerzas para combatir un enemigo común: la contaminación por plásticos.
El hecho de que cada año terminen 8 millones de toneladas de plástico en los océanos acabando con miles de especies despierta las alarmas en todo el mundo. Más aún, cuando se ha demostrado que parte de ese plástico nos lo comemos nosotros.
Además, el plástico tarda más de 400 años en degradarse y desaparecer, de modo que todo el plástico que generamos y desechamos cada día lo seguirán “sufriendo” los nietos de nuestros tataranietos.
Plásticos en los pulmones
Es posible que hayas oído hablar de la isla de plástico del Pacífico, o del nuevo mineral Plastiglomerado, y que la vegetación del planeta actúa de pulmón. Pero también es posible que no sepas que los océanos también actúan como tal y, con la acumulación de plásticos, estamos ahogando nuestras masas de agua.
Los océanos y mares del planeta absorben gran parte del CO2 que emitimos. Sin embargo, el incremento de las emisiones ha derivado en una absorción mayor. El CO2, al entrar en contacto con el agua, da como resultado ácido carbónico, es decir, se produce una acidificación de todos los mares. Este cambio en el ph de los océanos está modificando los ecosistemas marinos, provocando que corales, crustáceos y peces vean afectados sus ritmos de crecimiento.
Está en nuestras manos minimizar y revertir este problema. Aunque existen iniciativas por parte de los gobiernos de acabar con el plástico en nuestra vida diaria, es necesario un esfuerzo por nuestra parte.
Evitar el uso de plásticos de un solo uso como las pajitas, botellas de agua, vasos desechables, cubiertos y platos de plástico. Reciclar adecuadamente. Dejar las playas y ríos limpios durante las vacaciones. Son pequeños gestos que marcan la diferencia.
Desde Green Urban Data buscamos ayudar a mejorar la vida en las ciudades, de modo que repercuta en el resto del planeta. Cada pequeño gesto cuenta. Si, el 80% de los españoles que vivimos en ciudades, evitamos los plásticos en nuestro día a día estaremos liberando a la Tierra de una plaga cada vez más peligrosa.