Incendios forestales: prevención tecnológica
En lo que va de 2019 los incendios forestales han quemado más hectáreas que el año pasado. Los más recientes vividos en el territorio nacional, Gran Canaria, Estepona o Galicia, han tenido en vilo a las fuerzas especializadas porque al incendio en sí, se han unido factores climatológicos que han dificultado las labores de extinción.
En el caso del incendio de Gran Canaria se cumplió la regla del 30-30-30: temperaturas por encima de los 30 grados, menos de un 30% de humedad y vientos con rachas por encima de los 30km/hora.
Bien sea por negligencias o intencionados, hay formas de prevenir o, al menos, minimizar los daños de los incendios forestales. La regla del triple 30 se puede romper.
Tecnología contra incendios forestales
La tecnología satélite, usada desde hace años en la agricultura, se ofrece ahora como una posible solución económica y eficaz ante la prevención de incendios forestales.
Uno de los factores que se dan en el inicio y la propagación de incendios, sobre todo en verano, es la falta de humedad de la tierra. Con imágenes de satélite es posible conocer el porcentaje de humedad del suelo. Esto permite localizar qué zonas son más proclives a ser afectadas por el fuego y tomar medidas de prevención.
Otro factor que se puede detectar desde el espacio es la calidad de la vegetación colindante a un municipio. Saber el estado en el que se encuentra la masa arbórea nos da una idea de sus carencias (en caso de tenerlas) y la posibilidad de subsanarlas lo antes posible, especialmente cuando se dan alertas naranjas en la zona.
Sin vegetación la crisis climática empeora
El Amazonas arde. También lo hace Siberia. El año pasado ardía California y el anterior nuestra vecina Portugal. Todos estos incendios están acabando con los pulmones del planeta. Sin estos espacios verdes el cambio climático empeora y con él nuestra calidad de vida.
Aquí en España no nos libramos del peligro. De hecho, somos uno de los países europeos más vulnerables frente a los efectos del calentamiento global. Y, aunque, algo más acostumbrados a estos fenómenos que nuestros vecinos europeos, no deja de ser alarmante. En la Península no dejamos de batir récords. Cada mes es más caluroso que el año anterior, cada vez las lluvias torrenciales son más virulentas, el nivel del mar aumenta y la sequía golpea a más zonas del territorio.
Seres tecnológicos
Nuestra vida no sería la misma sin la tecnología. Por eso, debemos usar todo su potencial para conseguir crear municipios y territorios adaptados e inteligentes. Si existe la posibilidad de mejorar y evolucionar, ¿por qué no hacerlo?