¿Cuánto valor tiene el verde urbano? Beneficios económicos del arbolado
Hace unos días os hablábamos sobre el capital natural y los beneficios del arbolado urbano, de la fauna, los recursos hídricos, etc. que deben tenerse en cuenta para valorizar nuestro entorno. Es posible, por ejemplo, cuantificar el beneficio económico del arbolado.
Aunque no existe un consenso sobre la cuantificación de todos los beneficios económicos que aporta el arbolado urbano. Principalmente, por las dificultades a la hora de establecer un patrón por la diversidad de factores que influyen en él (clima, estructura, geografía…). Sí que pueden presentarse algunas aproximaciones bastante acertadas. Por ejemplo, una acacia de 30 centímetros de diámetro de tronco aporta un beneficio de algo menos de 200€ al año.
Beneficios económicos del arbolado
Aunque, por supuesto, el arbolado urbano está relacionado con otros beneficios indirectos. Por un lado, la vegetación es capaz de reducir la escorrentía de aguas pluviales por su capacidad de absorción de estas a través de las raíces, pero también contribuyen a hacer un uso más sostenible del agua, si elegimos bien las especies.
Agua, mucha agua
La impermeabilización de las ciudades por el uso de asfaltos, hormigón y techos no permeables hace que cuando se dan fenómenos de lluvias copiosas, las superficies no sean capaces de filtrar el agua caída y se produzcan catástrofes como las sucedidas la semana pasada en varias partes del país. Las pérdidas económicas y de vidas que se dan en estos casos son altísimas. Por ello, los árboles urbanos bien acondicionados pueden llegar a interceptar miles de litros de lluvia. Por ejemplo, la acacia que comentábamos en el ejemplo anterior podría llegar a retener hasta 3.000 litros de agua en un año.
Súper limpiadores de suelos y aire
Además, al actuar como filtro, el arbolado retiene los contaminantes de las carreteras y calles ayudando a la limpieza del agua que llega a las reservas subterráneas. Y también los contaminantes del aire. Por ejemplo, a través de la fotosíntesis liberan oxígeno; al suavizar las temperaturas reducen la producción de ozono; son filtradores de dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno y atrapan el humo de los coches y partículas como el polvo.
Por si fuera poco, absorben el CO2 que emiten los automóviles. De hecho, un árbol (de características similares a nuestra acacia de ejemplo) puede reducir, anualmente, una media de 160 kilogramos de CO2.
Ahorro energético
Siguiendo este hilo del beneficio económico del arbolado, al funcionar como termorreguladores y cambiar el clima urbano, ayudan al ahorro energético en los edificios. Esto lo consiguen porque, al colocar el arbolado de forma estratégica, los hogares pasan a ser más eficientes.
Primero, porque al proporcionar sombra se reduce la cantidad de calor que absorbe el edificio. Segundo, porque funcionan como balanceadores de la temperatura por la evapotranspiración. Y, tercero, funcionan como barrera para el viento reduciendo las pérdidas caloríficas de las viviendas.
Poniendo el ejemplo de nuestra acacia de 30cm de tronco, ésta podrá ahorrar en electricidad hasta 110 kilovatios-hora en el uso de sistemas de refrigeración.
¿Cuánto puedo ahorrar con mi arbolado urbano?
Cuantificar el beneficio del arbolado urbano, aunque no sea una ciencia exacta, es posible con herramientas como Indicadores Ambientales. El cruce de datos de los diferentes indicadores proporciona la información necesaria para conocer el “estado de salud” de la vegetación urbana y, por tanto, sus capacidades para proporcionar todos los beneficios económicos del arbolado urbano arriba mencionados.